Me levanto tarde, tenía pocas ganas de ir, poco de vestirme, poco de arreglarme, poco de verme hermosa para tí como otras tantas veces, en que, las horas se pasaban modelando, poco de todo, me ha dado igual, sin mas que esperar, poco de caminar, un poco mas y poco queda de mí...
He tomado ruta, pero si pudieras ver mi cara de cansancio, pesadumbre en labios y ojos de tristeza, porque te lo he dicho, es mejor dejarlo ya, me haces daño, pero poco hay que hablar, más hay que callar porque he llegado y tú como si nada, con ganas de irte también, te veo y no encuentro aquellos ojos que danzaban, pero que más da, si todo se ha vuelto estático y el porque seguimos juntos vuelve a rondar, no hay cariño, no hay caricias después del amor, preferimos llamarle así por pensar que aún queda algo, después una palabra, una invención, una tontería y risas efímeras, la locura ha pasado, a continuación solo el silencio, incomodidad y solución, hora de ir a casa, porque no puedo ni pensar en amanecer contigo, me acostumbraste tanto a quedarme en soledad, que soy incapaz de abandonarla, recuerdo que antes rogaba lunas enteras, ahora me cuesta, recuerdos, tal vez sólo sea aferrarnos a ellos, a la nada del amor, a la amistad, llegamos y quedamos estacionados a unos metros, beso en despedida, ordenaría, pero lo medito, con lo poco que hay, mejor no digo, solo pronuncio el adiós y me retiro, esperando otra noche que no acaba, mientras el amor se aleja y las lágrimas no se sienten en un cuarto que parece mar.
